Qué es una transformación espiritual
Cuando la transformación espiritual llama a tu puerta, te pide sin disculpas que dejes ir las partes de ti y de tu vida que ya no te sirven.
A veces, nuevas oportunidades están ahí para saludarte. Pero a menudo, hay algo que el escritor Charles Epstein llama “el espacio entre historias”. Lo describe de esta manera: El viejo mundo se desmorona pero el nuevo aún no ha surgido […] Sin el espejismo del orden que una vez pareció protegerte y filtrar la realidad, te sientes desnudo y vulnerable, pero también una especie de libertad.
Las transformaciones espirituales no ocurren muy a menudo, y pueden ser difíciles de identificar, pero después de reflexionar sobre mis propias experiencias y las de mis clientes, he podido analizar muchos de los signos que indican que la transformación estaba ocurriendo.
La conciencia es como una hoja de ruta de comprensión que puede ayudar a sentirse menos solo mientras te enfrentas a la transición. Que esta hoja de ruta sirva como una red de apoyo para ti, cuando se te pida que pases al otro lado.
1. Algo se siente “atascado”
Los sentimientos de “estancamiento” son algo con lo que todo el mundo puede identificarse. Tu trabajo no es satisfactorio, pero no sabes qué más harías. Tu relación no es satisfactoria, pero tienes miedo de dejar la seguridad de lo que se ha desarrollado. Te sientes aburrido o poco entusiasmado, pero no sabes cómo salir de la rutina. ¿Te suena familiar?
Estos son los momentos en los que a menudo empezamos a culpar y juzgar a los demás porque no queremos asumir la responsabilidad de nuestro propio miedo y descontento. Estos sentimientos tienden a ser físicos y energéticos frente a los analíticos. Y las cosas pueden sentirse fuera de lugar cuando se ven atrapadas en la carrera de ratas de la vida.
Esta es la receta perfecta para pasar un tiempo a solas. Aunque a menudo asusta o incomoda al principio, estar solo es uno de los más grandes regalos para reconocer la estupidez y descubrir tu propia verdad. Al tener el espacio extra y la falta de estimulación externa para correr, puedes empezar a desempacar lo que viene y ver cómo te hace sentir.
Así que, si te sientes atascado, ve más despacio y pasa un tiempo a solas. Sal de excursión o de campamento en solitario, apaga todas las formas de tecnología durante el día (o más tiempo), no hagas demasiados planes con amigos o colegas, y sal de tu casa.
2. Los conflictos surgen en muchas áreas de tu vida
La transformación se define como un cambio profundo o dramático en la forma o apariencia. Cuando se nos pide que nos sometamos a una transformación, debemos dejar ir lo que ya no nos sirve para llamar a lo que sí lo hace.
¿Estás diciendo cosas que nunca has dicho a tus padres pero que siempre has pensado? ¿Peleas con tu cónyuge, tienes dificultades para comunicarte con tus hijos o estás en constante desacuerdo con tu jefe?
Claro, estos podrían ser simplemente los flujos y reflujos regulares de la vida, pero puedes elegir observarlos a través de una lente más expansiva de simbolismo y espiritualidad. Si notas que una cantidad anormal de conflictos surgen en diferentes áreas de tu vida, mira más profundamente.
Si has sido invitado a hacer cambios, ¿por dónde empiezas? En lugar de preocuparse por las dificultades que están surgiendo, simplemente trata de convertirte en el observador. Observa lo que está sucediendo, presta atención a cómo te hace sentir, y estate abierto a explorar el conflicto en todas las relaciones como un portal a tu yo más elevado.
3. Te resulta difícil concentrarte o hacer tu “trabajo”
¿No te sientes productivo en el sentido tradicional? ¿Te cuesta terminar tu lista de tareas o revisar todos tus correos electrónicos? No te preocupes.
Nuestros cuerpos están equipados para manejar sólo un poco en un momento dado. Cuando se nos llama a experimentar una transformación, mucha de nuestra energía física es consumida por ese proceso. Algo más grande está sucediendo, y aunque no seamos conscientes cognitivamente de lo que está pasando, nuestros cuerpos saben lo que pasa.
Está bien presionar el botón de pausa en tu rutina diaria para permitir que surjan cosas más importantes. Completa lo que tienes que hacer, y luego date el tiempo para simplemente estar caminando por el bosque, tomando siestas y leyendo libros. El resto de la lista estará ahí cuando regreses, y algunas cosas pueden desaparecer mágicamente.
4. Apenas duermes o duermes todo el tiempo
Si estás escuchando los murmullos de transformación, puedes experimentar una cantidad de ansiedad o depresión mayor y poco característica. Estos sentimientos pueden alentarte a dormir todo el tiempo o pueden impedirte dormir del todo.
El truco para superarlo es simplemente escuchar y respetar tu cuerpo. Si no puedes dormir, levántate y lee un libro, escribe en un diario o escucha música. Si estás agotado y necesitas dormir más, despeja tanto como puedas tu calendario y permítete descansar.
5. La emoción cruda comienza a salir de ti
Se siente exactamente como suena. En el proceso de transformación, no puedes contener tus emociones. Las lágrimas brotan de tus ojos. Los gritos o gemidos salen de tu boca. Te ríes incontrolablemente y fuera de contexto. Por favor, no te asustes.
No intentes empujar estas emociones para adentro o meterlas en algún armario del sótano. Deja que los sentimientos se muevan a través de ti, y te prometo… que pasarán. Hay tal fuerza en las emociones crudas porque sólo pueden surgir de alguien con un corazón amable y abierto. Ser vulnerable es poderoso, así que abraza las emociones salvajes y crudas que viven dentro de ti.
6. Recibes señales del Universo
La transformación no es analítica. Es natural y espiritual. Es ligeramente de otro mundo. Si recibes grandes señales del universo, tienes nuevos o inexplicables encuentros con plantas o animales, o escuchas mensajes en el viento, escucha y presta atención. Pueden estar diciéndote las respuestas u ofreciéndote el tipo exacto de apoyo que necesitas en ese momento.
7. Sientes una sensación de calma y paz interior
Estamos constantemente en un pseudo-estado de transformación; sin embargo, hay valles y picos que realmente nos quitan el aliento. Cuando hemos alcanzado el pico de una transformación mayor, todo lo insignificante parece desaparecer. Somos despojados de nuestro ser más básico, parecido a un animal, sólo atendiendo a lo que es de máxima prioridad.
En ese proceso de desprenderse de las pieles viejas, te vuelves claro y tranquilo y pacífico. Tu cuerpo se siente suave, tierno y abierto. Y estás seguro de que las cosas funcionarán exactamente como deben, porque en realidad no hay realmente una alternativa.
A medida que la vida continúa guiándote suavemente (o no tan suavemente) en tu camino, que tengas el coraje de aceptar aquello que estás llamado a cambiar y la paciencia de sentarte en la quietud mientras esperas a descubrir qué hay al otro lado para encontrarte.