Hablemos de uno de los alimentos más importantes de la dieta mediterránea: el brócoli. Aquí te enseñamos algunos consejos sobre cómo limpiarlos correctamente.
El brócoli es una verdura increíblemente beneficiosa y saludable para nuestro organismo. Esta preciosa gema verde, además de tener propiedades antioxidantes, también goza de muchas vitaminas como la A, B, C y K, pero también de ácido fólico, calcio, magnesio, fósforo, sodio y azufre.
Además, la característica más sorprendente del brócoli radica en la presencia de sulforan, una sustancia que es capaz de inhibir las células madre cancerosas. En definitiva, es un alimento a incluir de forma absoluta en nuestra dieta, sin embargo, es fundamental limpiarlo con cuidado. Averigüemos cómo hacerlo juntos.
Aquí te explicamos cómo lavar el brócoli correctamente
El brócoli tiene una estructura muy particular, que favorece la permanencia de virus, orugas y parásitos en su interior. Entre las más extendidas podemos mencionar ciertamente la polilla crucífera, que no es dañina para nuestra salud, pero ciertamente no es agradable ingerirla o encontrarla en nuestro plato. Por eso es necesario limpiar a fondo las verduras: no basta con pasarlas rápidamente por agua, hay que seguir un procedimiento cuidadoso.
En primer lugar, oriéntate siempre en elegir brócoli de color verde oscuro (si están amarillentos, significa que se están echando a perder), corta la parte más dura del tallo y separa los llamados “vástagos”. En este punto, coge una palangana, llénala con tres tazas de agua y una taza de vinagre (alternativamente puedes poner una cucharadita de sal cada dos litros de agua) y deja la verdura en remojo durante unos 10/20 minutos. Luego enjuáguelo con agua fría y prepárelo para cocinar.
Este pequeño truco te permitirá matar los parásitos y hacer que se dispersen en la palangana, sin riesgo de que se cocinen junto con el propio brócoli, encontrándolos en el plato.