No solo la apariencia de una persona es importante, también el estado de su salud depende de la velocidad y estabilidad del metabolismo. De hecho, depende de este proceso la rapidez con la que las células del cuerpo reciben los nutrientes necesarios. Por lo general, las personas buscan normalizar su metabolismo como parte de su dieta. Sin embargo, la mejora de este puede considerarse como una forma adicional de tratar diversas enfermedades (por supuesto, en combinación con la terapia principal).

Que es el metabolismo

En nuestro cuerpo todo el tiempo se realizan muchas reacciones químicas provenientes de las células. Bajo la acción de las enzimas, algunos compuestos que ingresan con los alimentos se descomponen, otros se crean. Ésta es la base de la vida de cualquier organismo. La combinación de estas reacciones se llama metabolismo.

¿Qué es el metabolismo basal?

Esta es la velocidad en la que los alimentos se convierten en energía necesaria para mantener un mínimo de funciones vitales. Muestra cuántas calorías necesita el cuerpo para mantenerse sano en una temperatura del aire libre de 20 grados centígrados y en ausencia de actividad física.

El metabolismo basal representa hasta el 75% de las calorías consumidas. El otro 10% se quema directamente durante la digestión. El resto desaparece durante el esfuerzo físico.

¿Por qué puede ponerse lento el metabolismo?

Cuanto más rápido avanza el metabolismo en el cuerpo humano, más rápido se procesan los microelementos suministrados con la nutrición. Si se ralentiza, los órganos no reciben energía a tiempo, y es cuando las grasas, en lugar de quemarse, se almacenan y las personas suben de peso. Esto sucede por varias razones:

  • Cambios relacionados con la edad (el metabolismo se ralentiza con el paso de los años).
  • Predisposición hereditaria.
  • Patologías endocrinas (condición de la glándula tiroides, páncreas, glándulas suprarrenales).
  • Dieta poco saludable (consumo inadecuado de carbohidratos, grasas insalubres o deficiencia de proteínas).
  • Ayuno prolongado.
  • Falta de líquidos.
  • Deficiencia de vitamina D, hierro, calcio.
  • Estrés.
  • Intoxicación con todo tipo de sustancias (incluida las bebidas alcohólicas, cigarrillo o comida ultra procesada).
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Con los dos primeros factores es muy complicado realizar algún tratamiento. Puede acelerar su metabolismo influyendo en todos los demás criterios.

Un estilo de vida saludable es la clave para tener un metabolismo normal.

Métodos para estimular tu metabolismo

Cuando las personas quieren perder peso, no siempre piensan que lo primero que necesitan es normalizar su metabolismo.

Realizar jornadas extenuantes de ejercicio físico, pero al mismo tiempo comer de forma poco saludable, no te ayudará a lograr el objetivo deseado. Por otro lado, una dieta rígida puede incluso provocar el efecto contrario.

El cuerpo en condiciones de poca ingesta de alimentos comenzará a almacenar nutrientes rápidamente y el peso solo aumentará.

Por tanto, primero hay que ocuparse del metabolismo. La mayoría de los métodos están disponibles en casa. Aquí algunos consejos:

  • Normalizar la dieta.
  • Reducir el azúcar y la sal.
  • Llevar un estilo de vida activo.
  • Rechazar los malos hábitos.
  • Dormir al menos siete horas al día.
  • Beber suficiente agua.
  • Estar al aire libre con más frecuencia para absorber los rayos del sol.

Aquellos que deseen mejorar el metabolismo deben tratar la más mínima alteración del sistema endocrino de manera oportuna. La glándula tiroides juega un papel importante en el metabolismo. Su hipofunción inhibe los procesos metabólicos.

Por esta razón, es recomendable que al menos una vez al año te realices todos los chequeos médicos necesarios para mantener al día tu organismo.

Nutrición para normalizar los procesos metabólicos.

Una actitud razonable hacia tu propia nutrición te permite establecer y, si es necesario, restaurar tu metabolismo. Debe ser regular, es decir, debe consumirse aproximadamente la misma cantidad de alimento a la misma hora todos los días.

La frecuencia es de al menos tres veces al día. La última comida debe ser a más tardar tres horas antes de acostarte. En una persona que duerme, el metabolismo se ralentiza de forma natural, por lo que no puede darle al cuerpo una carga adicional.

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