Masaje Facial Antiarrugas: Beneficios y Cómo Hacerlo Paso a Paso

25El masaje facial antiarrugas es un tratamiento muy efectivo y agradable de utilizar en tus rutinas de belleza, para combatir los signos del envejecimiento.

Disfrutar de un masaje cutáneo de forma habitual, evita que las arrugas se vayan haciendo más profundas o se instalen antes de tiempo.

Si deseas conocer las técnicas más efectivas para realizar estos tratamientos, así como los beneficios que aportarán a tu rostro e incluso, los complementos para masajes más novedosos del mercado, quédate hasta el final y lo descubrirás.

Masaje Antiarrugas para Rostro: un Método muy Asequible

Con la edad la piel se vuelve menos elástica y más frágil, pues disminuye la producción de aceites naturales.

Esto provoca sequedad y hace que la piel se vea floja y flácida, y es entonces, cuando las arrugas se establecen con intención de quedarse.

El masaje facial es una técnica que, normalmente, se asocia con la terapia natural y contribuye a mejorar la tonificación muscular del rostro.

Se trata de un tratamiento idóneo para conservar la elasticidad y firmeza del rostro, permitiendo disfrutar de una piel tersa y saludable.

Este método consiste en estimular, mediante la presión, distintos puntos de la cara, especialmente los pómulos, párpados y el óvalo. Si lo realizas de forma habitual tu piel tendrá un aspecto más firme y con menos arrugas.

Debes utilizar cremas, aceites o bálsamos para hacer estos masajes, tanto los manuales como los que realices con complementos (rodillos o la piedra Gua Sha).

Antes de pasar a detallar los métodos y las técnicas para realizar estos masajes, vamos a contarte alguno de sus beneficios.

Masaje Facial Antiarrugas: Beneficios muy Favorecedores

En todos los tratamientos de belleza cuyo propósito sea rejuvenecer el rostro, el masaje debe estar incluido al menos un par de veces a la semana.

En general, sabemos que la finalidad del masaje es estimular la piel de la cara y drenar las toxinas para obtener una piel más saludable.

Como veremos más adelante, realizar toques suaves y firmes sobre la cara y el cuello es muy beneficioso por los motivos que se detallan a continuación.

Estimulan el sistema circulatorio

Gracias a la presión que ejerces en las distintas partes del rostro, estimulas la circulación sanguínea.

A través de estos movimientos estás aumentando el flujo de sangre y oxígeno en la piel.

Esto conlleva, al menos, tres beneficios:

  • Reduce la inflamación cutánea.
  • Favorece la producción de las fibras que soportan la epidermis.
  • Aumenta la producción de colágeno.

Todo ello retrasa los temidos signos del envejecimiento de la piel.

Incrementan la producción de colágeno

La producción de colágeno evita la aparición prematura de las arrugas. Esta se reactiva gracias a la estimulación de los músculos faciales generada por la presión que ejerces durante el masaje facial.

Mediante la compresión de las distintas partes de la cara:

  • Liberas tensiones.
  • Mejoras la circulación de los tejidos.
  • Le proporcionas una mayor elasticidad.

Liberan toxinas

Como ya habíamos visto, cuando te das un masaje facial estás aumentando el flujo sanguíneo y oxigenando la piel.

Activas el drenaje linfático del rostro y eliminas de forma natural desechos y toxinas, con lo que mantendrás una piel más limpia y saludable.

Disminuyen los efectos del estrés

Como se trata de procedimientos relajantes, los efectos visibles del estrés desaparecen de tu rostro al disminuir la tensión facial.

Benefician la absorción de los productos

Masajear tu cara con los dedos o un utensilio apropiado, ayuda a que tus productos de belleza como la crema hidratante o los serum, sean absorbidos y asimilados de forma óptima.

Mejoran el estado de ánimo

Una vez que alivias la tensión muscular del rostro, te ves más hermosa y te sientes más relajada.

El masaje facial te va a aportar una gran sensación de bienestar y además, renovará tu ánimo.

Tipos de Masajes Faciales Antiarrugas

La variedad de masajes que puedes realizar en tu rostro es muy amplia; así pues tu elección va a depender del objetivo que pretendas.

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No es lo mismo un masaje para relajarte que para mejorar el aspecto de las arrugas del contorno de ojos, por ejemplo.

En esta ocasión, nos vamos a centrar en los masajes antiarrugas y reafirmantes. Es decir, los que te ayudan a combatir los signos del envejecimiento cutáneo.

Estos masajes se realizan con una base de cremas, aceites naturales reafirmantes, aceites faciales y otros productos cosméticos.

Escoge los que más te gusten pero que sean de buena calidad y utiliza la cantidad necesaria para que la piel no se reseque durante su realización.

Cómo Hacer un Masaje Facial Antiarrugas: Métodos para Todos los Gustos

Existen distintas técnicas de masaje facial. Unas las podrás realizar por tu cuenta, otras es conveniente que te pongas en manos de un profesional.

El método más conocido para realizar el masaje en el rostro es el manual.

Con las manos realizamos movimientos suaves, firmes, damos pequeños toques y pellizcamos el rostro en sus diferentes áreas.

En otras técnicas se utilizan ventosas, utensilios vibratorios, piedras, rodillos de cuarzo o jade, e incluso se hace tapping.

A continuación, vamos a detallar el automasaje manual y otro realizado con jade o cuarzo que se ha puesto de moda gracias a la sencillez de su ejecución y a su efectividad.

Masaje facial antienvejecimiento con las manos: Técnica Automasaje

Lo primero es escoger el aceite facial, la crema o el serum que vayas a utilizar. Elige el que más te guste pero comprueba que sea de calidad.

Una vez escogido el producto, aplícalo en todo el rostro asegurándote de que esté completamente limpio. Lo administras siguiendo la dirección de la musculatura y de forma ascendente.

Inicia el masaje con estos tres pasos:

1.  Utiliza los dedos de ambas manos para recorrer con ellos todas las áreas de tu cara (como si tecleases). Hazlo con suaves movimientos durante un par de minutos y con ello conseguirás activar la circulación de la zona.

2.  Pellizca suavemente toda la cara levantando un poco la piel para continuar activando la circulación, oxigenar la zona y generar un buen tono de piel.

3.  Vete apoyando las palmas de las manos por toda la cara y presiona suavemente. Notarás que hace como un efecto de ventosa.

Ahora, deberás trabajar cada zona individualmente.

Zona de la Frente

Coloca los dedos índice en el puente de la nariz, asciende hasta la línea externa de las cejas y sigue hasta las sienes.

A continuación, trabaja desde el centro de la frente con movimientos ascendentes, desde las cejas hasta el nacimiento del pelo y desde el centro hacia afuera.

Para los movimiento ascendentes utiliza los pulgares y para los movimientos horizontales, el resto de los dedos juntos.

Zona Ocular

Coloca los dedos corazón e índice debajo de los ojos (liberando la zona del contorno). Justo donde se inicia el pómulo (hueso inferior de la cavidad orbital) y haz movimientos hacia el exterior, en dirección a la sien.

Ahora céntrate en las cejas. Levanta la ceja con uno o dos dedos y simplemente, presiona justo en la parte superior del hueso orbital. Mantén la elevación y la presión durante unos segundos.

Zona de los Pómulos

En los pómulos realiza el mismo movimiento que realizaste en las zona ocular y utiliza los dedos corazón e índice.

Repite este movimiento justo debajo de los pómulos.

En la zona del mentón

Inicia el movimiento en el mentón y continúa hasta las orejas.

Coloca, en el centro de la barbilla, el dedo pulgar debajo de la línea de la mandíbula, el índice por encima y asciende hacia las orejas.

Cuello y escote

En esta zona, utiliza movimientos desde la parte baja del cuello hasta la mandíbula, manteniendo la cabeza echada para atrás.

Desde el centro del escote, hacia afuera, realiza pequeños movimientos circulares con las yemas de los dedos.

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