La aparición de moho o daños en pintura o madera puede tener su origen en una mala ventilación.
Si el baño dispone de una ventana, el hábito de abrirla tras cada ducha o baño para evitar que se acumule el vapor y la humedad será suficiente para una correcta ventilación y, por tanto, un correcto mantenimiento.
Pero, no se da en pocas ocasiones que un baño no dispone de ventana por lo que hay que buscar las formas de conseguir que el espacio esté bien ventilado. A continuación, compartimos algunos trucos sencillos y soluciones para acabar con un problema de ventilación en el baño:
Bicarbonato de sodio
Como es habitual el bicarbonato de sodio viene en nuestra ayuda para solucionar prácticamente cualquier problema en el hogar. En este caso, debemos colocar en un recipiente un poco de bicarbonato y ponerlo en algún rincón o lugar del baño. El poder del bicarbonato ayudará a evitar que se forme humedad, hongos y moho además de mantener un olor neutro.
Sal gruesa
La sal gruesa es también perfecta como remedio casero para eliminar la humedad que se forma en espacios como los baños. Para conseguirlo, al igual que con el bicarbonato, colocaremos vasos de plásticos o bolsas de papel llenas de sal gruesa en algún punto discreto del baño.
Flores secas
Las flores secas, como la lavanda, además de aromatizar nuestro baño también generan un ambiente fresco y limpio y absorben la humedad. Y para mayores resultados, podemos añadir sal gruesa a los saquitos o recipientes con flores secas.
Extractores de humedad
Una solución para combatir la humedad son los extractores, unos aparatos muy discretos porque no hacen mucho ruido. Son una buena opción porque capturan partículas como el polvo, bacterias e insectos del ambiente, muy adecuados para aquellas personas alérgicas al polvo o con alguna enfermedad respiratoria.
Adaptar las puertas
Otra posibilidad para evitar la humedad en el baño es colocar una rejilla de plástico o de metal en la parte baja de la puerta. De esta manera, el aire del baño se renueva de forma más rápida y constante.
Buenos hábitos
Y, por último, es aconsejable adoptar ciertos hábitos para eliminar más rápidamente la humedad que se genera después de un baño o una ducha. Así, para evitar que se creen humedades es bueno pasar un trapo seco por la mampara y las paredes cada vez que terminemos de ducharnos. Y, también, dejar siempre la puerta abierta hasta que se haya disuelto todo el vapor generado por el agua caliente.