La congestión mamaria, también conocida como ingurgitación mamaria, suele ocurrir cuando hay un vaciado incompleto de las mamas. Un buen tratamiento casero para esto es amamantar al bebé cada dos o tres horas; de esta forma, es posible ir retirando el exceso de leche que es producido, dejando los senos menos duros, llenos y pesados.

Otra opción para aliviar este malestar es usar un extractor de leche después de amamantar al bebé, en caso de que este no haya vaciado el pecho por completo.

No obstante, si no es posible amamantar al bebé debido al dolor, existen otros tratamientos caseros que pueden ser realizados primero, tales como los siguientes:

1. Colocar compresas tibias sobre las mamas

Las compresas tibias ayudan a dilatar las glándulas mamarias hinchadas para facilitar la extracción de la leche que está siendo producida en exceso. Así, las compresas pueden colocarse de 10 a 20 minutos antes de amamantar al bebé, por ejemplo, lo que facilita la liberación de la leche y alivia el dolor durante la lactancia.

En las farmacias existen también discos térmicos como los de la marca Nuk o Philips Avent que ayudan a estimular el flujo de leche antes de amamantar, pero las compresas tibias también ayudan bastante.

2. Hacer masajes circulares en los senos

Los masajes en los senos ayudan a conducir la leche por los conductos de las mamas, por lo que también garantizan que sea más fácil expulsar el exceso de leche. El masaje debe ser realizado con movimientos circulares, en vertical y hacia el pezón.

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Esta técnica incluso puede ser usada junto con las compresas tibias, pues así resulta más fácil masajear la región. De esta forma, cuando la compresa comienza a enfriarse, debe ser retirada de la mama y efectuarse el masaje. Luego, si la mama continúa muy dura, se puede colocar una nueva compresa tibia.

3. Usar extractores de leche

Utilizar bombas extractoras de leche o las manos para retirar el exceso de leche después de amamantar al bebé ayudan a garantizar que la misma no se endurezca dentro de los conductos mamarios. Sin embargo, esto no se debe realizar todas las veces que se amante al bebé, pues podría ocurrir una mayor producción de leche.

Si el bebé tiene dificultades para sostener el pezón debido a la hinchazón y endurecimiento de los senos, también se puede retirar un poco de leche antes para facilitar la succión por parte del bebé y evitar lesiones en los pezones.

4. Aplicar compresas frías después de amamantar

Luego de que el bebé sea amamantado y después de retirar el exceso de leche, se pueden aplicar compresas frías sobre las mamas para disminuir la inflamación.

A medida que se continúa con la lactancia, la congestión mamaria generalmente desaparece de forma natural.

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