¿Es hereditario el Alzheimer? Esta es una de las preguntas más comunes en los consultorios médicos y en Google, una duda que persigue como un fantasma a los familiares de personas que tuvieron esta demencia y que quieren saber si tienen un riesgo aumentado de sufrirla.
El Alzheimer es una enfermedad que afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo y que, por ahora, no tiene cura. Si bien se la misma con problemas de memoria, en realidad afecta muchas más áreas de la salud.
La enfermedad es progresiva y provoca finalmente daños irreversibles, que perjudican seriamente la calidad de vida del individuo y de su entorno familiar y sus cuidadores.
Mitos y verdades sobre el Alzheimer
Aunque se trate de un tipo de demencia muy conocida por la sociedad, todavía circulan varios mitos que no sólo no asustan a los pacientes y familiares sino que confunden a la gente respecto a los signos de alerta temprano y los pasos a seguir.
Si bien es una enfermedad que afecta a adultos mayores en mayor proporción, el Alzheimer no afecta únicamente a las personas mayores. Puede aparecer en personas jóvenes.
¿El Alzheimer es hereditario? No
Muchas personas viven con miedo de desarrollar la enfermedad al haber tenido familiares con Alzheimer. No obstante, esta premisa se cumple en un porcentaje bajísimo de los casos. “La genética puede influir y actuar como un factor de riesgo, pero no es determinante para su aparición. En el riesgo de desarrollar la enfermedad también influyen otros factores, vinculados a aspectos ambientales, a la forma de vida o a la presencia de otras enfermedades”, explican desde la Fundación Pasqual Maragall.
En el 99% de los casos, la genética no es un factor determinante en la aparición de la enfermedad. El principal factor de riesgo para que la enfermedad se manifieste es el hecho de hacerse mayor.
Por lo tanto, aunque hay ciertos aspectos genéticos que influyen en la predisposición a desarrollar Alzhéimer, en la mayoría de los casos no son determinantes para su aparición.
Tan solo en un 1% o menos de los casos, el llamado Alzheimer ‘familiar’, las causas pueden atribuirse de manera exclusiva a un factor genético o hereditario.
Aunque actualmente se sabe que las formas genéticamente determinadas se relacionan con la mutación de alguno de los tres posibles genes identificados, en la mayoría de estos casos la enfermedad se manifiesta en personas jóvenes, antes de los 60 años de edad. Los descendientes de estas personas tienen un 50% de probabilidades de desarrollar la enfermedad.
La demencia y el Alzheimer no son lo mismo
Normalmente, solemos confundir ambos términos. Sin embargo, son trastornos que poseen su propia definición. La demencia es un conjunto de síntomas que alteran las capacidades físicas y mentales del paciente y que, al mismo tiempo, interfieren en su calidad de vida. Por otro lado, el Alzheimer es una de las causas de demencia más frecuentes, al igual que el alcoholismo, el Parkinson o los derrames cerebrales.
Todavía no existe una cura
El Alzheimer suele ir acompañado de un tratamiento que se basa principalmente en el consumo de medicamentos, que a su vez tienen como objetivo paliar algunos de los síntomas temporalmente. A pesar de la creencia popular, dichos fármacos no frenan el avance de la enfermedad. Algunos incluso consiguen que el paciente se encuentre mucho más lúcido y despierto, pero es un efecto que desaparecerá a las pocas horas.
¿El Alzheimer se puede prevenir?
Para prevenir una enfermedad es imperativo saber su causa y, al no saber qué origina la enfermedad de Alzheimer, no es posible todavía prevenirla. Pero un estilo de vida saludable, con una buena alimentación y ejercicios diarios, sigue siendo la mejor manera de cuidar la salud del corazón y del cerebro.
La falta de memoria es un factor determinante
El deterioro tan habitual de la memoria no es el único síntoma del Alzheimer. También se caracteriza por cambios de personalidad, dificultad para comunicarse, incapacidad para ejecutar ciertos movimientos y problemas de atención y orientación.
Como conclusión, si una persona empieza a ver mermada algunas habilidades o funciones, no debe ser motivo de alarma. Es algo muy común y está vinculado a otros procesos naturales. Pero siempre es bueno consultar a un profesional. Envejecer y perder algo de memoria no significa que vayas a tener Alzheimer, pero es un profesional el que debe evaluar si hay deterioro cognitivo y sus causas.